Por: John Rojas
Gerente de Activo Legal
No se entiende por qué en un estado social de derecho que debe la protección de todos los ciudadanos, se genera una discriminación hacia algunas personas bajo la justificación de lograr la paz en Colombia: un grupo de un grupo terroristas que ha cometido centenares de delitos de lesa humanidad y otra clase de crímenes recibirá perdón por sus actuaciones dentro de un marco jurídico para lograr la paz, generando así, por parte del gobierno, un sentimiento de injusticia y de inequidad.
Adicionalmente, también deberíamos evaluar
la otra población carcelaria que se encuentran pagando penas por delitos
generados indirectamente por el propio Estado, por la falta de competencia en el ejercicio de
sus deberes y en generar condiciones más equitativas en educación, salud,
servicios públicos. Por ejemplo esas personas que cumplen penas por delitos cometidos
de alguna manera en estado de necesidad; quien roba para comer, o esas personas que están en las cárceles por
delitos como omisión de agente retenedor. Quienes no han sido un factor preponderante
de análisis para el Estado, al contrario de los que se alzan en armas y cometen
delitos, quienes, estos sí, son beneficiados por una bondad y piedad estatal. Esa bondad que va en
busca de lograr la paz.
La paz se logra con equidad y justicia,
pero no solo para las “víctimas” que
generaron el conflicto sino para las víctimas causadas por la ineficiencia del
estado en garantizar unas condiciones mínimas para el ejercicio de sus propios
derechos plasmados en la constitución. Así las cosas, creo que todos los
ciudadanos debemos esperar de nuestro gobierno la misma bondad que ejerce con un grupo
terroristas. Que no sean solo los de las Farc a quienes se les den unas mejores
condiciones de salud y bienestar, también a los demás presos para que puedan
gozar de los mismos beneficios; asimismo, que también se les dé la posibilidad
a los empresarios colombianos, generadores de empleo, de tener una amnistía de
los impuestos no pagados; que exista entonces una verdadera igualdad de trato
entre quienes cometen atrocidades, quienes cometen delitos por necesidad y
quienes crean riqueza en el país.
Los anteriores son solo algunos ejemplos
que puedo nombrar para que el Estado
entre en cordura y aplique sus beneficios a todos. De no hacerlo se generaría un resentimiento y un ejemplo negativo para
los colombianos que hace las cosas bien. De
lo contrario se daría razón a que la solución para ser tomados en cuenta
es alzarse en armas para recibir la bondad del Estado; es decir, el mensaje no
debe ser que para que el Estado tome en cuenta al ciudadano se tiene que
convertir en terrorista, sino que para que el estado lo tenga en cuenta en los beneficios
el ciudadano tiene que hacer las cosas bien.
Por ello es que la paz no se hace beneficiando a unos pocos, sino que se ejecuta tomando en cuenta a todos y mucho más a los ciudadanos que hacen las cosas bien y se sujetan a la ley, o por lo menos a aquellos que deben tomar decisiones reprobables por sus circunstancias particulares: dejar de pagar impuestos o quienes desafortunadamente tienen que robar para darle de comer a sus hijos. Estos no han matado, pero para ellos no hay mayor beneficio que el cumplimiento de la Ley. Para los terroristas, por el contrario, hay mucha más que bondad.
Por ello es que la paz no se hace beneficiando a unos pocos, sino que se ejecuta tomando en cuenta a todos y mucho más a los ciudadanos que hacen las cosas bien y se sujetan a la ley, o por lo menos a aquellos que deben tomar decisiones reprobables por sus circunstancias particulares: dejar de pagar impuestos o quienes desafortunadamente tienen que robar para darle de comer a sus hijos. Estos no han matado, pero para ellos no hay mayor beneficio que el cumplimiento de la Ley. Para los terroristas, por el contrario, hay mucha más que bondad.
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